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¿Cuáles son los métodos de fabricación de tuberías y que ventajas tienen?
Las tuberías son uno de esos objetos que nos hacen la vida considerablemente más sencilla, pero realmente nunca nos detenemos a pensar en todo lo que su creación implica. Desde una cortadora de tubo, hasta hornos.
Las tuberías son conductos que sirven para que el agua u otros líquidos se trasladen. Estas pueden estar hechas con varios tipos de materiales. También es posible trasladar a través de tuberías otros materiales que se adecúan al sistema, aunque no sea tan conocido. Algunos ejemplos de estos materiales son; cereales, cemento, hormigón, documentos encapsulados y otros.
Hay tuberías con otros nombres por lo que transportan. Por ejemplo, si se utiliza para gas, entonces recibe el nombre de gasoducto; mientras que, si se utiliza para petróleo, recibe el nombre de oleoducto.
Dependiendo de para qué se vaya a usar, es el material del que debe de ser hecha una tubería. La fabricación de tubería de acero es una de las más comunes, pero también suele utilizarse el poliéster reforzado con fibra de vidrio, también conocido como PRFV, el hierro fundido, cobre, latón, acero, plomo, polipropileno, hormigón y PVC.
Cabe mencionar que, el uso de PVC se encuentra prohibido en muchos países porque se considera que tiene un efecto perjudicial en la salud de las personas y en el medio ambiente, ya que es contaminante.
La maquinaria usada para fabricación de tubería ha cambiado con el paso del tiempo y por tanto, los métodos también. En el siglo XIX, la única técnica que se utilizaba era la del laminado, la cual implicaba un proceso muy largo que consistía en unir las planchas de acero laminadas en secciones transversales circulares con rodillos y posteriormente se soldaban con una costura en un proceso de forja.
Este proceso ha cambiado tanto desde entonces que, actualmente ya se pueden fabricar tubos con soldadura o sin soldadura. Uno de los métodos más comunes es que se funde el material al mismo tiempo que se coloca en un recipiente con una forma circular, para después forzarlo a presión utilizando una matriz que lo perfora para crear el tubo.
Hay tres métodos para la fabricación de tubos, pero dos son parecidos. El primero es sin costura, también conocido como estiramiento de acero, mientras que el segundo es con costura longitudinal y el tercero con costura helicoidal. Los que tienen costura se conocen como soldados y los que no tienen, como extrusionados.
Sin costura o sin soldadura
Este es el más común y requiere de un lingote cilíndrico, el cual es calentado en un horno, para después pasar al proceso de extrusión. El proceso de extrusión consiste en introducir el material en una matriz cilíndrica y posteriormente agujerearlo con ayuda de un penetrador.
Este método es ideal cuando se trabaja con tubos gruesos y difíciles de doblar en un proceso de rolado. Estos deben de poder soportar la presión que llegue de cualquier dirección, además de ser resistentes a la corrosión porque tienen una menor probabilidad de desarrollar impurezas.
La extrusión es el método más común de los que no llevan costura probablemente porque el diámetro exterior termina siendo más uniforme y el interior más concéntrico. Pero también hay otros, como el de perforación con pistola.
Estos tubos pueden ser estirados en frío, lo cual aumenta las propiedades físicas del tubo, reduciendo el tiempo de mecanización. Las ventajas que ofrece son una superficie con mejores acabados, muy buena resistencia al peso, mucha elasticidad, buena uniformidad y facilidad de mecanización.
En cuanto a los tubos estirados en caliente, generalmente se fabrican con una barra calentada que gira y se perfora para hacer un tubo hueco. Es una forma más rentable y permite un diámetro exterior e interior más amplio. Suelen ser utilizados en la industria de la automoción, construcción y electrodomésticos.
Tiene las ventajas de que se obtiene muy buena calidad a un bajo precio y está disponible en muchos tamaños, además de que es más fácil de mecanizar. También es posibles hacer distintas técnicas de procesamiento.
Los tubos sin costuras, sobre todo los estirados en frío funcionan muy bien en aplicaciones de mucha exigencia, como en sistemas hidráulicos, líneas de combustible de alta presión, válvulas de seguridad submarinas, líneas de combustible de alta presión, transferencia de gas natural y tubería arquitectónica.
Una cortadora de tubo es una buena idea para obtener las medidas deseadas y así poder crear el sistema de tuberías necesario para la aplicación que necesiten hacer.
Con costura
En el caso de la costura longitudinal, se trata del proceso más antiguo, consiste en una lámina de chapa que se dobla con ayuda de rodillos para unir los extremos longitudinalmente para obtener la forma del tubo. El diámetro depende de la separación de los rodillos.
Por otro lado, está la helicoidal, también conocida como espiral. Este método es igual que el anterior con la diferencia de que la soldadura va en espiral a través de toda la longitud del diámetro del tubo, de manera que parece una roscada, en vez de una forma recta.
Con la intención de disimular la roscada, se puede aplicar sobre el tubo un proceso de tratamiento en caliente para forjarla, después sería necesario que para por tornos con la finalidad de pulir la costura.
Su ventaja es que suelen ser más baratos que los tubos sin costura, porque se requiere de un proceso más sencillo y de menos tiempo para fabricarlo. Pero, la parte débil es en donde se encuentra la costura.
Una vez que se hizo la producción, se puede tener el tamaño deseado utilizando una cortadora de tubo, la cual puedes conseguir con Piecsa. Somos comercializadores de este producto y les ofrecemos una excelente calidad.
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